Ogoun, dios de la guerra, del fuego y patrón de los herreros, monta sobre un caballo blanco. En su papel de jefe militar, Ogoun ha adquirido también muchos conocimientos políticos; el consejo de los dioses sobre el futuro de Hatí no puede comenzar sin él.
Los fieles de Ogoun piensan que serán poseídos por un "loa" en sus ritos. El "loa" desplaza el alma del fiel a su "gros-bon-ange" (gran angel bueno) que sobrevivirá ala muerte y se convertirá en uno de Les Invisibles, los espíritus.